Frío, nieve, lluvia, viento, días nublados, días grises en
tu vida que se convierten en soledad porque me faltas, porque no estas.
Invierno es sinónimo de quedarte solo, reflexionar.
Invierno, simplemente, es echarte de menos y pensarte de
más; matarme por verte o suicidarme por tus malas caras. Necesitar tus labios
para que curen las heridas de los míos. Aunque si hablamos de invierno y de
heridas, ven y cúrame las que tengo, debajo de las sábanas. Ante todo no te
vayas, que te voy a necesitar para cobijarme entre un pecho como el tuyo, por
ejemplo.
Sé invierno, sé mi invierno; tan fría y tan ardiente a la
vez que me haga perder la poca cordura que me queda en tus ojos y que me
mantengan viva.
Sé que el invierno sin ti es un salto al vacío y sé que el
invierno contigo es simple postureo veraniego en tu infierno, así que déjame
adentrarme en ti así, al menos, tendré donde calentarme, donde perderme.
Niévame, te dejo que me hieles con un poco de tu fuego erupcionando de tu
infierno.
No me faltes en un invierno como este, cálame los huesos y
sécame con tu lengua. Déjame vivir en el abrigo de tu corazón, déjame llamarlo
hogar y morirme en él.
Te invito a que seas mi invierno, ¿vienes?
Me encanta querida. Es precioso.
ResponderEliminarCada vez te superas aún más.
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