viernes, 6 de junio de 2014

Vía de escape.

Volver a ese instante, 
volver a ese momento en el que te tenía entre mis brazos, esos últimos minutos de vida en los que me despedí de ti, o volver a esa simple mirada que se quedó clavada en mí.
Y es que esos últimos minutos de vida también lo fueron para mí, porque desde que te marchaste no me siento con ganas de nada, solo con ganas de ti. De volverte a ver, de tener tus caricias y buscar, contigo, una forma de evadirme del mundo. Entonces es cuando ahí me doy cuenta que tú eras mi mundo y ese verbo también se conjuga en presente, 
porque aún lo sigues siendo.


Y sin darme cuenta, así pasan las horas, los días, las semanas; así me paso yo las clases pensando en el modo de volver a verte algún día, cuanto antes, porque nadie se hace una idea de todo lo que te necesito, y, a lo mejor, esa forma de llegar a ti es por la ventana, 
quien sabe. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario