sábado, 2 de mayo de 2020

Por sorpresa.

Muchos pensamientos y todos van de tu mano.
No sé cómo te has atrevido a pasearte así por mi vida, ni yo cómo he dejado que lo hicieras a tus anchas; tampoco sé cómo lo has conseguido. Yo tenía las cartas más altas para rechazar tu ataque, pero tú jugabas en otra liga.
Yo, deseando sentir una pequeña gota de amor caer en mi cuerpo, sin darme cuenta que el aire fresco que me mantenía viva partía de tu ser. Como tenerte delante y no mirarte, pero abrir los ojos y no querer pestañear.
Supongo que lo difícil me gusta, y tú que no eres de dejarte ver a la primera... Supongo que yo siempre huía, y tú me has hecho quedarme. Supongo que yo estaba bien y ahora, de nuevo, tú, que es aún mejor. Supongo...
No sé en qué momento pasó, pero me parece un suicidio quedarse al filo de la ventana y no atreverse a volar.